El terrorismo continua su paseo de muerte alrededor del
mundo, ahora le correspondió a Estambul, donde dejó su huella de sangre,
heridas, muerte y dolor.
Son 45 personas de diferentes nacionalidades muertas y más
de dos centenares heridas, quienes quedaron como testigos de los ataques
suicidas de los extremistas políticos, al parecer de Isis o de otra fracción
musulmana opositora al gobierno Turco.
Todos debemos entrelazarnos,
unirnos, contra cualquier clase de terrorismo, sin importar su procedencia o su
tinte político, racial o religioso, pero no solo con un activismo pasivo sino
denunciando ante las autoridades cualquier indicio o sospecha de organizaciones
o individuos que piensen llevar a cabo esos actos violentos.